Hoy día, vemos como las nuevas tecnologías de comunicación e información (TIC) han abierto al mundo múltiples opciones que permiten lograr una mayor eficiencia en todos los espacios en los que se emplean. Sin embargo, su surgimiento también ha traído consigo ciertas actitudes de rechazo.
En la actualidad existen múltiples definiciones respecto al término actitud. Unas de carácter social, otras psicológicas, conductuales y de tipo cognitivo. Esto explica la heterogeneidad de
los conceptos que se pueden
encontrar.
No obstante, existe consenso entre los
teóricos en afirmar que la actitud es una predisposición psicológica de comportarse de manera favorable o desfavorable frente a una entidad
particular (Eagly y Chaiken, 1998; Berliner y
Calfee, 1996; Mehrens y Lehmann, 1991; Zabalza, 1994;
Kerlinger, 1975 en UMC y GRADE, 2001). O como señala Gagné (1987), en el ámbito de la Psicología de la Enseñanza-Aprendizaje sostiene que “la actitud es una capacidad que orienta el comportamiento de un estudiante con relación a un objeto o en presencia de una situación determinada"; y la define como “un estado interno aprendido a través de las experiencias
personales y relacionales, que influye en las elecciones de acción personal hacia una categoría
determinada de personas, objetos o eventos”. Es decir, si se realiza una valoración positiva hacia un objeto determinado, las actitudes hacia
el
objeto valorado serán positivas o favorables, mientras que si la valoración es negativa o en contra del
objeto,
las actitudes serán negativas o desfavorables.
En este sentido, se puede decir que
las actitudes son predisposiciones que la persona tiene hacia un determinado tema, materia, realidad, acontecimiento o idea llamado comúnmente objeto
de actitud (Berliner y Calfee, 1996; Zabalza, 1994 en UMC y GRADE 2001). El objeto de actitud es definido como cualquier entidad abstracta o concreta hacia la cual se siente una predisposición favorable o desfavorable.
Tal como se ha planteado, las
actitudes que adopte el alumnado ante las herramientas tecnológicas utilizadas
desde el aula, serán un factor determinante para el éxito en los proyectos de
intervención con TIC en el ámbito educativo.
Con el tiempo, las actitudes negativas se han ido presentado de manera más generalizada y se han ido reemplazando por perspectivas positivas que los resultados de las distintas aplicaciones han ido generando. Una referencia de esta es el ámbito educativo.
Las
actitudes de los profesores hacia el uso de TIC es un factor esencial para
determinar cómo las usan (Fuentes, Ortega & Lorenzo, 2005; Marquès, 2000;
Sipilä, 2010). Bulent Cavas, Pinar Cavas, Bahar Karaoglan y Tarik Kisla (2009) sostienen que las
actitudes de los profesores hacia las TIC tienen implicaciones importantes en
el uso que hacen de estas durante sus prácticas de enseñanza. Lo antes citado
hace referencia a que las actitudes de las y los docentes hacia la TIC
afectarán de manera positiva o negativa en su práctica pedagógica.
Según Arreola-Olivarría et al (2011):
- Hay una actitud favorable de los docentes hacia el uso de las TIC en el contexto educativo.
- Las actitudes menos favorables se relacionan con la facilidad y disponibilidad de las TIC, lo cual puede estar apuntando a las debilidades de los programas de formación docente en México y a las carencias que aún persisten en muchas escuelas en relación con las TIC.
- Los profesores presentan actitudes más favorables que las profesoras, en especial en lo relacionado a facilidad y disponibilidad, lo que puede asociarse con las diferencias de género que aún persisten en el contexto mexicano y que establecen posiciones diferentes con respecto a las tecnologías entre hombres y mujeres.
- Hay actitudes más positivas hacia las TIC en los docentes que tienen mayores posibilidades de interacción con ellas.
De los resultados se derivan las siguientes recomendaciones:
- Aprovechar la existencia de actitudes positivas hacia las TIC en los docentes como elementos que pueden facilitar su inserción en el contexto de las escuelas primarias.
- Trabajar con las profesoras en el desarrollo de competencias técnicas que faciliten el uso de las TIC por parte de ellas.
- Desarrollar acciones para favorecer el acceso y la frecuencia de uso de las TIC por parte de los docentes en la escuela en general y de manera particular en el salón de clases como una estrategia para promover actitudes positivas hacia ellas.
- Se considera necesario realizar nuevos estudios que vinculen las actitudes de los docentes con las competencias y las prácticas que el uso de las TIC implica.
REFERENCIAS:
Arreola-Olivarría,
Claudia Gabriela, García-López, Ramona Imelda, Angulo-Armenta, Joel,
Carlos-Martínez,
Ernesto Alonso, Valdés-Cuervo, Angel Alberto, Actitudes de
docentes de educación básica hacia las TICMagis.
Revista Internacional de
Investigación en Educación [en linea] 2011, 3 (Enero-Junio): [Fecha de
consulta: 16 de febrero de 2016] Disponible en:<http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=281021734008> ISSN
2027-1174
Fuentes, J., Ortega,
J. & Lorenzo, M. (2005). Tecnofobia como déficit formativo investigando la
integración de las TIC en centros públicos de ámbito rural o urbano. Educar,
36, 169-180. Disponible en: http://dialnet.unirioja.es/servlet/
articulo?codigo=1399856
Gagné, R.
(1987). Las Condiciones del aprendizaje. México: Nueva editorial
interamericana.
Glanvill,
J. &. (2007). The
measurement of school engagement: Assessing dimensionality and
measurement invariance across race and ethnicity. Educational and Psychological
Measurement.
UMC y GRADE (2001). Fundamentación de la evaluación de actitudes
en la evaluación nacional 2001. Lima.
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